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Psicologia
Memoria, sucesos y consecuencias de suceso de violación

 

Ser objeto de un ataque sexual o de una violación es seguramente la experiencia más angustiosa a la que un ser humano puede someter a otro. Algunas víctimas pueden ofrecer relatos detallados, claros y extensos; Otras proporcionan relatos incoherentes, inconexos y escasos. La edad y la inteligencia no son factores determinantes a la hora de proporcionar un relato detallado.

Los recuerdos de una persona que ha sido violada o sometida a violencia corporal extrema se denominan "flashes." Generalmente son momentos significativos que tienen una gran duración en el tiempo. Suelen ser recuerdos muy claros y se adquieren durante un estado de alta excitación emocional. La recuperación de la experiencia es una actividad humana fundamental. Sin esta habilidad habríamos olvidado el principio de una frase antes de acabar de escribirla. La memoria es fundamental para interpretar  los fenómenos que experimentamos.

Se tienen que cumplir tres condiciones para el recuerdo en los humanos. Primero, se ha tenido que adquirir la experiencia en algún momento del pasado. Segundo, se de haber retenido durante un cierto tiempo, desde segundos a toda una vida. Tercero, se recuerda por la experiencia, para contestar a una pregunta o para proporcionar una interpretación a una experiencia asociada. Esta decisión consciente e intencional de recordar un episodio en la vida de una persona es la "memoria explícita."

Se acepta generalmente que los humanos almacenamos las experiencias de una de dos maneras: los recuerdos que se guardan por un periodo de tiempo limitado van a la memoria a corto plazo. Aquellos que deben guardar por más tiempo o durante toda la vida, van a la memoria a largo plazo.
Los estudios al respecto muestran que los recuerdos no son algo estático, perfectas reproducciones de lo experimentado, sino algo más inestable y activo.

Algunos factores que pueden afectar el recuerdo de una experiencia son los síntomas fisiológicos y psicológicos que experimenta la víctima de violación. El inmenso miedo experimentado durante el ataque da paso a multitud de sentimientos, independientemente  de que la víctima haya sido violada por un extraño o un conocido. Esto se diagnostica como el Síndrome del Trauma por Violación, que tiene efectos tanto fisiológicos como psicológicos. Este Síndrome consta de tres fases:

1. La Fase aguda, que dura desde el momento del incidente hasta tres días después. La víctima puede mostrarse llorando y descontrolada o tranquila y serena. En esta fase la persona suele sentirse despreciable, culpable, avergonzada y colérica. Puede haberse sentido humillada y angustiada por su seguridad.

2. La segunda suele ser una fase de Negación. La víctima trata de bloquear lo que ha ocurrido. Los sentimientos de la primea fase todavía pueden estar presentes.

3. La última fase es un periodo de reajuste en el que la víctima intenta aceptar lo que le ha ocurrido.


Con mucha frecuencia, el violador es un hombre de 25 a 44 años de edad que premedita su ataque y, por lo general, selecciona a una mujer de su misma raza.
El alcohol está implicado en más de 1 de cada 3 violaciones.
La violación puede ocurrir entre personas del mismo sexo, lo cual es más frecuente en lugares como prisiones, instalaciones militares y escuelas no mixtas.
Las personas con discapacidades mentales o físicas o con dificultades en el habla también están en mayor riesgo, al igual que las prostitutas.
Más de la mitad de las violaciones suceden en la casa de la víctima.

 


Álvaro Rojo