En Portugal, las Navidades son unas fiestas muy familiares que se celebran con los seres queridos. Existen numerosas tradiciones de Navidad en Portugal que varían de una región a otra, algunas son herederas de antiguas tradiciones normandas, pero la mayoría son de origen católico. Un elemento típico que nunca falta en la Navidad portuguesa es el fuego.
En Portugal, es costumbre encender hogueras en Nochebuena, quemando leña y tocones, cuánto más grandes mejor. Esta tradición antigua simboliza el triunfo de la luz sobre las tinieblas y por ello, cuanto más tiempo arda el fuego, mejor será el Año Nuevo. Al igual que en España, durante la Nochebuena en Portugal, también es típico asistir a la Missa do Galo (misa del gallo). Esta misa nocturna suele finalizar besando los pies de una figura que representa al niño Jesús. En muchos lugares, después del oficio religioso se sale a la calle para quemar el tronco de Navidad.
La Consoada es la reunión de la familia que espera la llegada de Papá Noel a la medianoche del 24 de diciembre. Hay familias que reservan un lugar vacío para los familiares que han fallecido. Durante la cena se sirven generalmente bacalao cocido, y coles de Portugal en aceite de oliva puro, y luego todo el mundo pone un montón de postres en la mesa como las rabanadas, las filhoses, broas de mel (pasteles con miel) y sonhos (buñuelos de calabaza).
Y durante el 25 de diciembre los portugueses visitan a los amigos y la familia y preparan un gran almuerzo normalmente con pollo asado, cordero o pavo.