Lo ideal será pedir ayuda a su entorno más cercano, a padres, hermanos, familia, incluso amigos, pero, si aún así, se siente avergonzado o angustiado, hay otros sitios como por ejemplo, el Ayuntamiento de su ciudad, pasando por el Centro de Salud y todas las organizaciones especializadas en dependencias, como por ejemplo, en la del Proyecto Hombre.
En todos estos lugares, el adicto será atendido y sabrán darle un teléfono o una dirección que le ayudará. A través de esta ayuda, se podrán solucionar los problemas de base, y se le enseñará a buscar otras actividades en las que el móvil no esté presente y que además le van a resultar muy placenteras. Y muy importante, evitar que vuelva a recaer.
Para tratar la adicción al móvil se van a emplear unas técnicas que van a ayudar a la persona adicta a superarlo, y que harán que se produzcan:
• Cambios en su relación con el móvil. Un día, lo empezará a usar solo en determinados momentos del día, lo podrá apagar cuando no lo necesite, salir sin él…etc. Todo de forma progresiva, para que no produzca un choque y pueda producir ansiedad y nerviosismo.
• Cambios en lo que piensa que el móvil le puede dar. El móvil debe ser una herramienta que nos ayude y no un aparato que controle nuestra vida. Y, su creencia sobre el móvil debe ser la correcta, para que pueda ser libre.
• Comprender el motivo que le ha llevado a este uso adictivo. A través de las conversaciones con el profesional, le ayudará a comprender cuál es la raíz del problema que ha llevado a la persona a realizar un mal uso del móvil.
Cuando el tratamiento haya avanzado, podrán asistir al tratamiento los padres y hermanos, para que ellos también participen, entiendan el problema, lo compartan y, es posible, que también ellos deban modificar algo para evitar que pueda volver a suceder.