Si eres aficionado al deporte seguro que no hace falta decirte que la nutrición juega un papel fundamental en el rendimiento deportivo. Y si todavía no eres un amante de la actividad física lo descubrirás cuando te inicies, créeme.
La función de la nutrición en los deportistas es más importante si cabe que en las personas sedentarias o poco activas. El motivo es sencillo: como “usan” su cuerpo más, tendrán que abastecer al cuerpo durante más veces de nutrientes. Por lo que la calidad de la dieta se hará notar mucho más.
Esto no solo se limita a conseguir la energía necesaria a través de la comida; también los nutrientes que necesitamos para nuestras estructuras, nuestra regulación, nuestras hormonas… Todo esto nos va a permitir dos cosas fundamentales:
Primero: Mejorar nuestro Rendimiento deportivo. El estado nutricional en una prueba deportiva, en un partido o en una competición, es fundamental para desplegar todo el potencial. La dieta no te hará ganar nada por sí misma, pero te permite rendir al 100% y desarrollar todas tus capacidades durante la competición.
Un coche de alta competición sin la gasolina adecuada, y unos buenos niveles de aceite, anticongelante, etc… nunca podrá llegar a unos buenos resultados, independientemente de lo caro que sea y lo experimentado que esté el piloto.
Segundo: controlar nuestra composición corporal, porque a través del entrenamiento y de la alimentación podemos cambiar cómo es nuestro cuerpo: la cantidad de masa muscular, la masa grasa, la masa ósea... Todos ellos son factores determinantes de nuestro aspecto y de nuestro rendimiento.
¿Todos los deportes necesitan la misma dieta o composición corporal?
Para nada. Si os dais cuenta, cuanto más se profesionaliza un deporte, las personas que lo practican tienen una apariencia más similar entre ellos. Esto es debido, a cuestiones físicas.
Un nadador necesita una espalda ancha para impulsarse, un corredor de 100m necesita ser explosivo, mientras que para hacer un remate de volleyball tienes que ser ligero para elevarte.
Una excepción suele ser los deportes de equipo. No todos los futbolistas o jugadores de baloncesto tienen el mismo cuerpo, pero sí que se ve un patrón por posiciones. Los extremos de fútbol o los bases de baloncesto suelen ser delgados y rápidos, mientras que un pivot o un defensa central es más ancho y musculado.
El caso es que cada deporte, tiene un patrón. Es posible que te preguntes.
¿El patrón se hace o se nace con él?
Se trata de una mezcla, hay cuestiones poco modificables, como son la longitud de nuestras extremidades, o nuestra propia altura. Sin embargo, sí que podemos modificar otras, como son nuestra cantidad de grasa y músculo en diferentes partes del cuerpo.
Un gran ejemplo son lo corredores de maratón. Son muy delgados porque la demanda de energía de su entrenamiento hace que “quemen” su combustible graso, además de que necesitan ser ligeros para correr tantas horas. Son personas muy acostumbradas a recurrir a sus reservas de grasa durante ese ejercicio.
¿Qué puedo hacer para aumentar el rendimiento en mi deporte?
Todo dependerá del deporte en cuestión, pero aún así hay algunas pautas que puedes seguir para acercarte a los resultados.
-Intenta aproximarte a la composición corporal de los profesionales: Esto suele implicar el 90% de las veces ganar masa muscular y perder grasa. Puedes hacer un plan dietético que busque lo que necesites en cada momento.
-Adapta tu alimentación al entrenamiento: En próximas entradas profundizaremos en este aspecto, pero es importante contemplar todos los aspectos. La nutrición antes, durante y después de cada entrenamiento. Como puedes comprender, no es se debe tomar lo mismo 3h, 10 minutos antes o cuando has finalizado tu actividad.
-Lleva un seguimiento de tus resultados: Las correspondientes a tus objetivos: consumos de alimentos, peso, cantidad de grasa o de músculo, marcas personales, resistencias al hacer ejercicios… verás como todo estará relacionado. Todo ello sin obsesionarse; fijarte en estas cosas debe ser una motivación, nunca un frustración. Recuerda que en ocasiones las mejoras, no siempre se traducen como esperamos, pero con constancia y dedicación los resultados llegan. ¡No hay ningún secreto más!