Existen diversas razones por las que es importante la introducción de los juguetes sexuales en la sexualidad femenina, pero por lejos, la razón más importante es el autoconocimiento. Si las mujeres no lo hacen, nadie lo hará por ellas.
Querer que los hombres encuentren el punto G sin que ellas mismas lo hayan encontrado antes es equívoco. Se debe partir por hacerse a sí mismas las cosas, investigarse. Nadie va a entenderlas como ellas misma pueden entenderse. Varios expertos afirman que “masturbarse es hacerle el amor a la persona que más amas“
Las mujeres que son capaces de masturbarse a sí mismas son más resueltas, atrevidas, autosuficientes, y es seguro que disfrutan mejor del sexo que las que no lo hacen. Una mujer que se conoce a sí misma es una mujer mucho más segura que una que no, la auto-seguridad también es afrodisiaca. Una mujer que sabe sus ritmos, sus tiempos, sus puntos débiles, es una mujer que tendrá una mayor cantidad de orgasmos, y de mucho mejor calidad que una que no. Una mujer que no se conoce a sí misma, por mucha iniciativa que tenga, deja todo en manos de su amante: esa no es la idea, porque una relación sexual se hace de a dos y todos los involucrados deben participar.
Aunque muchos hombres desde la adolescencia empiezan a masturbarse, el tema de los juguetes sexuales, representa para la mayoría de ellos un tema difícil de compartir tanto con ellos mismos como con sus parejas, ya que esto los lleva a pensar erróneamente que disminuye su virilidad. Esto aunado a la desinformación provoca que se generen muchos mitos alrededor de los juguetes sexuales, el más común es el temor a ser remplazados por un complemento sexual.
Los juguetes sexuales para hombres están diseñados para quienes desean explorar el delicioso placer en solitario o buscan otras alternativas para complacer a su pareja, desde muñecas inflables, extensiones para el pene, masajeadores de próstata, bombas desarrolladoras, cremas desensibilizadoras o retardadoras y otros juguetes eróticos.
Un juguete sexual es cualquier objeto o dispositivo diseñado especialmente para la facilitación, aumento y/o diversificación del placer sexual humano. Hay quienes dicen de manera tajante “esto sí y esto no es un juguete sexual” pero el criterio inicial muy empírico y que tiene la intención de no limitar las ideas con patrones preconcebidos es que en términos generales, juguetes sexuales son cada una de esas cosas que pueden encontrarse en una sex-shop, física o en línea y que esta ideada y fabricada para hacer gozar más de la sexualidad a los consumidores.
En la actualidad el universo de los juguetes sexuales es extenso y muestra una tendencia creciente: cada día aparecen nuevos objetos y artefactos que sofistican o potencian a los ya existentes.