El portal que cuida de ti
Blog Coaching
< Volver al índice de artículos de Coaching
Psicologia
¿Qué son los vampiros energéticos?

Aquellas personas que llegan a un lugar o se dirigen al frente de una multitud y los presentes no hacen más que escucharlos y asumir como cierto todo lo que dicen, sean hombres o mujeres, no son otra cosa que los poco reconocidos con el nombre de “vampiros energéticos”.

Están en todas partes, en los programas televisivos, como protagonistas de las noticias, en las calles, incluso en nuestras casas. Nos damos cuenta que nos han extraído parte de nuestra energía cuando de repente nos encontramos cansados sin explicación alguna. En las casas donde habitan personas mayores, esto es muy habitual,  y cuando llegan visitas, inconscientemente su necesidad hace que su sistema se apodere de parte de la energía del otro.

Suelen tener un sistema del aura poco desarrollado y con recursos energéticos deficientes, y con el fin de obtener la energía que necesitan, tienden a invadir el sistema del aura de otras personas y absorber su energía, logrando así, aumentar sus reservas de energía y provocando el desgaste o agotamiento energético de la otra persona, y a pesar de que una interacción vampírica dura sólo algunos minutos, los efectos residuales sobre la víctima pueden notarse durante varios días.  La falta de energía, los mareos, la tensión muscular, la dificultad de concentración, los dolores de cabeza y las náuseas son algunos de los efectos más comunes sentidos por las víctimas. Sin embargo, sucesivos ataques vampíricos pueden producir fatiga crónica, desarreglos del sueño, irritabilidad, depresión e incluso enfermedad física. 

Presentan una gran variedad de rasgos personales y de patrones de comportamiento. Muchos de ellos se comportan de manera halagüeña. A menudo no tienen ningún escrúpulo y se valen de cualquier medio para lograr sus fines. Pueden parecer pasivos y reservados, ocultando cualquier inclinación al vampirismo, pero cuando la ocasión lo requiere pueden ser muy agresivos e incluso intimidatorios.

Los vampiros energéticos pueden valerse de la vulnerabilidad de la otra persona, esperando el momento oportuno para golpear, o bien pueden manipular a la víctima elegida por medio de regalos o halagos. En ámbitos laborales suelen ser personas con las que es muy difícil trabajar y cuyo rendimiento es muy dispar; a veces son altamente eficaces y otras totalmente inoperantes.
A pesar de los disfraces tras los que se ocultan, los vampiros psíquicos son típicamente inseguros y vulnerables. No obstante, pueden adoptar un estilo autosuficiente, operan desde una posición de debilidad y no de poder. No suelen tomar conciencia de ellos mismos, pero son rápidos a la hora de emitir juicios sobre la gente que los rodea. Pese a estar totalmente centrados en sí mismos y tratar a los demás en forma desconsiderada, a menudo se quejan de que el mundo es injusto con ellos. Sus relaciones personales son típicamente inestables.

Puede decirse que muchas de estas personas presentan trastornos de la personalidad, con síntomas tales como inseguridad emocional, dificultad para controlar la ira, baja autoestima, sentimientos de hostilidad reprimidos que estallan esporádicamente. La interacción vampírica puede ser deliberada o espontánea por parte del vampiro, y consensual o no consensual por parte de la víctima.

El típico ataque vampírico es espontáneo, por lo tanto, no requiere un esfuerzo consciente para iniciarlo ni para mantenerlo. En muchas interacciones de este tipo, ni el vampiro ni su víctima son conscientes de que se está produciendo una transferencia de energía de uno al otro. Si bien la víctima suele estar dentro del radio de visión periférica del vampiro, el ataque en sí puede llevarse a cabo incluso sin contacto ocular con los sujetos.

 


Álvaro Rojo